En un vehículo de gasolina, un filtro sucio puede interferir en el flujo de gasolina hacia el motor, provocando un menor rendimiento del propulsor del vehículo, pudiendo llegar en casos extremos a producir su parada total.
El filtro de combustible se restringe a medida que se acumulan los desechos de la filtración del combustible, que puede conducir a problemas de desempeño y la falla prematura de la bomba de combustible.
Sustitución: Se recomienda cambiar cada 40,000 kilometros en vehículos gasolina.